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miércoles, 16 de junio de 2010

Capítulo 2//1.2

Escribe... Alicia Alina

Mi volvió de nuevo a la encimera y depositó el último mangar del muchacho. Descansó sobre su mano, ahora apoyada en el rudo metal, y suspiró como si estuviera enamorada, o tremendamente desesperada.
Jonathan se decantó por la segunda opción.

- No entiendo como fue capaz de hacer eso.
- Te repito, jovenzuelo, que yo no soy cualquier vieja arrugada y canosa- medio gritó. Paró para respirar y continuó-hay muchas cosas que jamás sabras sobre mí. Ni tú ni nadie. Hice eso porque se lo debía a alguien que, por supuesto, no es de tu incumbencia-añadió cuando notó que el muchacho iba a hablar.

Jonathan pasó su mano por el pelo mojado y blanco y sintió como el calor y el sudor se apoderaban de nuevo de su cuerpo. Se pasó una mano por la frente y tragó saliva, intentando asimilar lo ocurrido.
Aquella mujer le había salvado la vida.
De aquello, desde principio, no había duda alguna.

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